de mi breve paso por el mundo,
nadie recordará entonces
estas alas de ángel moribundo.
Tampoco descubrirán porqué
fue que vendí mi cielo a sabiendas,
para encontrar en tierra firme
lo que ahora busco en la arena.
Tan sólo abandoné mi alma
porque creí en lo que enseñan,
que hay alguien a quien esperar
y alguien que nos espera.
Deambulé por la playa
buscando mis tesoros escondidos
dejé mis huellas estampadas
con mil pensamientos
todo estaba claro y diáfano
mi vida la entregué, con amor
y hoy sé que no he caminado en vano
me esperan arcos de lluvias
y cielos estrellados
hoy puedo decir.....he vivido¡
Soy Felíz!
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